martes, 29 de mayo de 2018

04. HASTA EN LA ALEGRÍA

 

Aun en la risa tendrá dolor el corazón; y el término de la alegría es congoja. Prov. 14:13. 
 No es pesimismo. Es la realidad triste y dura. Nadie puede escapar de ella. Este mundo era perfecto cuando salió de las manos del Creador. No había muerte, ni dolor, ni lágrimas. Pero, a partir de la entrada del pecado, se volvió hostil y extraño. A veces, hasta cruel y despiadado. Hoy, hasta cuando tú ríes el dolor está presente. 
La alegría muchas veces termina en tristeza. 

El otro día hablé con una persona que durante 30 años ahorró dinero para realizar su sueño de conocer Europa. Finalmente, llegó el momento anhelado. El viaje fue maravilloso. Vio de cerca cosas que solo conocía a través de los libros; pensó que el dinero había sido gastado con sabiduría. Cuando el viaje terminó, y llegó a casa, y abrió las maletas en el cuarto, sintió de repente ganas de llorar. No sabía explicar porqué, pero se sentía culpable. Descubrió que “aun en la risa tendrá dolor el corazón; y el término de la alegría es congoja”.

Otro de los pensamientos que aparecen en el texto de hoy es la fragilidad de los intentos humanos para resolver los problemas del alma. Tú asistes a un circo para reír y cuando el espectáculo termina y las luces se apagan, solo queda un vacío indefinible que duele. El joven se droga queriendo salir de sus angustias y cuando los efectos de la droga pasan, solo queda desesperación y ganas de morir. Inútilmente, la criatura trata de librarse de la culpa existencial. El corazón duele y tú no sabes definir porqué; luchas, trabajas y te esfuerzas, y todo continúa igual.  

Solo Jesús es capaz de llenar el vacío del corazón. Él es la única persona que pone el mundo interior en orden, perdona, transforma y satisface. Cura, limpia y purifica. Por eso, afirmó: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo'. Juan 16:33.  Al convivir con Jesús tú aprendes a administrar el dolor existencial. El dolor del ser sin ser. 
La sensación amarga de sentirse mal sin haber hecho mal. 

Ábrele tu corazón a Aquel que un día dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy. Juan 14:27. Habla con él, como un hijo habla con su padre. Pregúntale las cosas que no comprendes, reclama, implora. El nunca dejó sin respuesta a quien con sinceridad lo busca, pero recuerda: “Aun en la risa tendrá dolor el corazón; y el término de la alegría es congoja”. Alejandro Bullón  MHP

lunes, 28 de mayo de 2018

03. TÚ ME HACES REPOSAR

En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. Sal 4:8. 

Un día llamó a mi oficina una persona que hacía varias semanas que no podía dormir. Se acostaba a la noche y desfilaban, en su mente, una infinidad de pensamientos difusos que la perturbaban. Ya nada daba resultado. Últimamente estaba tomando fuertes dosis de somníferos, pero eso la asustaba. 

“Qué hago, pastor?” —me preguntó angustiada. 

La ansiedad es un pensamiento vago y difuso de aprehensión. No es miedo o si es, no hay ninguna razón concreta para ella. El problema con las personas ansiosas es que tienen constantemente la sensación de que algo malo está por suceder y nunca consiguen definir qué es. 

La respuesta para la pregunta de aquella persona, está en el salmo de hoy. “En paz me acostaré”, afirma el salmista. Paz es el primer ingrediente para tener un sueño tranquilo y reparador.

 Hay en el ser humano una necesidad inconsciente de estar bien con Dios. 

Conscientemente tú puedes negar o rechazar la existencia divina. Puedes no darte cuenta de tu natural necesidad de estar bien con tu Creador, pero el corazón se da cuenta de esa carencia y por más que tú trates de racionalizar, el vacío espiritual está bien presente, causando la sensación de que algo anda mal. 

“En paz me acostaré”, expresa el salmista. Teniendo paz con Dios tú estás en condiciones de tener paz contigo mismo y también con las personas con las que te relacionas. Ese sentimiento de tranquilidad, quita de tu ser la tensión emocional que generalmente perturba el descanso. 

Otro ingrediente importante para un sueño reparador es la confianza en Dios. No basta estar bien con él, es necesario sentirse seguro en él. ¿De dónde viene la seguridad? De las promesas divinas. Dios prometió que nunca te abandonará, aun en las circunstancias más difíciles por las cuales tengas que pasar.  

Finalmente, cuando llegue el momento de dormir el sueño de la muerte, tú podrás decir también como Simeón: “Ahora, Señor, despide a tu siervo en paz, conforme a tu palabra”. 

Hoy, cuando llegue la hora de dormir, di como el salmista: “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”. Alejandro Bullón  MHP 


domingo, 27 de mayo de 2018

02. CÓMO VIVIR MUCHOS AÑOS


      Oye, hijo mío, recibe mis razones, y se te multiplicarán los años de vida. Prov. 4:10.
 Sergio salió aquella mañana del consultorio médico, sintiendo que estaba muerto en vida. Corrió desesperado en dirección a la playa y se sentó en la arena contemplando el mar. Por su mente desfilaban escenas grotescas de la vida desarreglada que había vivido. ¡Ah, si pudiese volver atrás el tiempo, escogería otro rumbo! Lo peor de todo era que él conocía los principios establecidos por Dios para tener una vida larga y saludable, pero no les dio importancia. Creía que la juventud sería eterna. Dio rienda suelta a los deseos locos de su corazón hasta aquel día, cuando el médico le dio la noticia fatal: “Usted tiene SIDA”. 

 Esta vida es una vida de dolor. El sufrimiento, la enfermedad y la muerte no son exclusividad de la gente que rechazó los consejos divinos. También los justos enferman y hasta mueren, pero, la mayoría de las veces, la enfermedad es la consecuencia de haber quebrantado las leyes de la propia naturaleza. 



 Si tú introduces humo en el pulmón creado para recibir oxígeno, tarde o temprano la naturaleza te cobrará el precio. 
Igual sucede con las bebidas alcohólicas, las drogas y otros vicios. No hay cuerpo que resista. Es como si tú desearas que el motor de tu auto durase mucho tiempo sin cambiar el aceite cuando corresponde. Nada funciona bien cuando tú desobedeces las instrucciones del fabricante. Ese es justamente el pensamiento bíblico de hoy.  
“Oye, hijo mío, recibe mis razones, y se te multiplicarán años de vida”. 
El texto no dice: “te multiplicaré”, sino “se te multiplicarán”. 

¿Por qué? Porque aunque la vida pertenece a Dios, y a quien quiere la da, la calidad y la dimensión de la vida dependen de la obediencia a los principios establecidos por él para una vida saludable. Sentado, frente al mar, Sergio lloró, clamó, se humilló y pidió perdón a Dios por la vida loca que vivió. Conocí a Sergio años después, administrando de la mejor manera posible su enfermedad, pero viviendo una vida completamente diferente. Los consejos divinos nunca tienen como propósito cortar la libertad de nadie. Lo único que Dios quiere es que tú seas feliz y vivas una vida plena, como resultado de la obediencia a sus principios. El te dice a ti hoy: “Oye, hijo mío, recibe mis razones, y se te multiplicarán años de vida”. Alejandro Bullón  MHP

sábado, 26 de mayo de 2018

01. DE MAÑANA

Oh Jehová, de mañana oirás mi voz, de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. Sal 5:3.

 Amaneció. Ya es un nuevo día. Tú estás ahora ante nuevos desafíos. Hay momentos en que crees que no tienes más fuerzas. Te sientes cansado, agotado, y pequeño ante los problemas aparentemente insolubles. El consejo del salmista para ti es: Ora, clama a Dios, coloca en las manos divinas la carga que está resultando demasiado pesada para ti. Si tú analizas el texto de hoy, verás que el autor habla de cuatro cosas: Primero: ora, ora mucho, no te canses de orar. David dice: “Me presentaré delante de ti”. 

El secreto de una vida victoriosa es la oración. En segundo lugar: Ora de mañana, cuando te despiertes, luego de una noche durante la cual tus pensamientos y preocupaciones se aquietaron, cuando tu mente todavía no fue perturbada por las agitaciones del día, y puedes percibir mejor la respuesta divina. El mismo Dios prometió: “Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan”.* En tercer lugar, ten la seguridad de que el Señor oirá tu voz. El es un padre amoroso y preocupado por la felicidad de sus hijos. 

Cuando Jesús estaba en este mundo, dijo: “ ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”** 

Finalmente, quédate esperando. 

No corras. 

No tengas prisa. 

Espera hasta recibir respuesta. 

La expresión “esperar” en hebreo, significa literalmente “mirar para arriba”, esperando la respuesta de arriba, con gratitud, si las cosas acontecen como tú deseas o con paciencia, si Dios te está mostrando otra salida. En todo caso, no dejes de orar, continúa esperando y confiando. Aunque las tormentas de la vida parezcan hundir tu embarcación, tu Dios no duerme, ni se adormece. Está siempre vigilante, interesado en resolver tus problemas de la mejor manera, aunque tú no lo comprendas ahora. Por eso, antes de salir de casa hoy, di: “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré”. Alejandro Bullón  MHP


sábado, 19 de mayo de 2018

10. ¡PARA NO OLVIDAR NUESTRA IDENTIDAD Y LEGADO! ¡UNA DE LAS SEÑALES DEL TIEMPO DEL FIN! ¡UN 19 DE MAYO DE 1,780 SUCEDIÓ UN SUCESO TRASCENDENTAL EN LA HISTORIA!

Veinticinco Años después apareció la segunda señal mencionada en la profecía: el obscurecimiento del sol y de la luna. Lo que hacía esto aún más sorprendente, era la circunstancia de que el tiempo de su cumplimiento había sido indicado de un modo preciso. En su conversación con los discípulos en el Monte de los Olivos, después de describir el largo período de prueba por el que debía pasar la iglesia, es decir, los mil doscientos sesenta años de la persecución papal, acerca de los cuales había prometido que la tribulación sería acortada, el Salvador mencionó en las siguientes palabras ciertos acontecimientos que debían preceder su venida y fijó además el tiempo en que se realizaría el primero de éstos: "En aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su resplandor." (Marcos 13:24.). 

Los 1260 días, o años, terminaron en 1798. La persecución había concluido casi por completo desde hacía casi un cuarto de siglo. Después de esta persecución, según las palabras de Cristo, el sol debía obscurecerse. Pues bien, el 19 de mayo de 1780 se cumplió esta profecía. "Único o casi único en su especie, por lo misterioso del hasta ahora inexplicado fenómeno que en él se verificó, . . . fue el día obscuro del 19 de mayo de 1780, inexplicable obscurecimiento de todo el cielo visible y atmósfera de Nueva Inglaterra."  -R. M. Devens, Our First Century 89. 

 Un testigo ocular que vivía en Massachusetts describe el acontecimiento del modo siguiente: "Por la mañana salió el sol despejado, pero pronto se anubló. Las nubes fueron espesándose y del seno de la obscuridad que ostentaban brillaron relámpagos, se oyeron truenos y descargóse leve aguacero. A eso de las nueve, las nubes se atenuaron y, revistiendo un tinte 352 cobrizo, demudaron el aspecto del suelo, peñas y árboles al punto que no parecían ser de nuestra tierra. A los pocos minutos, un denso nubarrón negro se extendió por todo el firmamento dejando tan sólo un estrecho borde en el horizonte, y haciendo tan obscuro el día como suele serlo en verano a las nueve de la noche.... 

"Temor, zozobra y terror se apoderaron gradualmente de los ánimos. Desde las puertas de sus casas, las mujeres contemplaban la lóbrega escena; los hombres volvían de las faenas del campo; el carpintero dejaba las herramientas, el herrero la fragua, el comerciante el mostrador. Los niños fueron despedidos de las escuelas y huyeron a sus casas llenos de miedo. 

Los caminantes hacían alto en la primera casa que encontraban. ¿Qué va a pasar? preguntaban todos. No parecía sino que un huracán fuera a desatarse por toda la región, o que el día del juicio estuviera inminente. "Hubo que prender velas, y la lumbre del hogar brillaba como en noche de otoño sin luna.... Las aves se recogieron en sus gallineros, el ganado se juntó en sus encierros, las ranas cantaron, los pájaros entonaron sus melodías del anochecer, y los murciélagos se pusieron a revolotear. Sólo el hombre sabía que no había llegado la noche.... 

"El Dr. N. Whittaker, pastor de la iglesia del Tabernáculo, en Salem, dirigió cultos en la sala de reuniones, y predicó un sermón en el cual sostuvo que la obscuridad era sobrenatural. Otras congregaciones también se reunieron en otros puntos. En todos los casos, los textos de los sermones improvisados fueron los que parecían indicar que la obscuridad concordaba con la profecía bíblica.... La obscuridad alcanzó su mayor densidad poco después de las once." -The Essex Antiquarian, abril de 1899, tomo 3, No. 4, págs. 53, 54. 

 "En la mayor parte del país fue tanta la obscuridad durante el día, que la gente no podía decir qué hora era ni por reloj de bolsillo ni por reloj de pared. Tampoco pudo comer, ni atender a los quehaceres de casa sin vela prendida.... 353 "La extensión de esta obscuridad fue también muy notable. Se la observó al este hasta Falmouth, y al oeste, hasta la parte más lejana del estado de Connecticut y en la ciudad de Albany; hacia el sur fue observada a lo largo de toda la costa, y por el norte lo fue hasta donde se extendían las colonias americanas." -Guillermo Gordon, History of the Rise, Progress, and Establishment of the Independence of the U.S.A., tomo 3, pág. 57.

 La profunda obscuridad del día fue seguida, una o dos horas antes de la caída de la tarde, por un aclaramiento parcial del cielo, pues apareció el sol, aunque obscurecido por una neblina negra y densa. "Después de la puesta del sol, las nubes volvieron a apiñarse y obscureció muy pronto." "La obscuridad de la noche no fue menos extraordinaria y terrorífica que la del día, pues no obstante ser casi tiempo de luna llena, ningún objeto se distinguía sin la ayuda de luz artificial, la cual vista de las casas vecinas u otros lugares distantes parecía pasar por una obscuridad como la de Egipto, casi impenetrable para sus rayos." -Isaías Thomas, Massachusetts Spy; or American Oracle of Liberty, tomo 9, No. 472 (25 de mayo, 1780).  

 Un testigo ocular de la escena dice: "No pude substraerme, en aquel momento, a la idea de que si todos los cuerpos luminosos del universo hubiesen quedado envueltos en impenetrable obscuridad, o hubiesen dejado de existir, las tinieblas no habrían podido ser más intensas." -Carta del Dr. S. Tenney, de Exeter, N. H., diciembre de 1785 (Massachusetts Historical Society Collections, 1792, serie 1, tomo 1, pág. 97). 

 "Aunque la luna llegó aquella noche a su plenitud, "no logró en lo más mínimo disipar las sombras sepulcrales." Después de media noche desapareció la obscuridad, y cuando la luna volvió a verse, parecía de sangre". "El 19 de mayo de 1780 figura en la historia como el "día obscuro." Desde el tiempo de Moisés, no se ha registrado jamás período alguno de obscuridad tan densa y de igual extensión y duración". 

*La descripción de este acontecimiento que 354 han hecho los historiadores no es más que un eco de las palabras del Señor, expresadas por el profeta Joel, dos mil quinientos años antes de su cumplimiento: "El sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que venga el día grande y espantoso de Jehová" (Joel 2: 31).  

Cristo había mandado a sus discípulos que se fijasen en las señales de su advenimiento, y que se alegrasen cuando viesen las pruebas de que se acercaba. "Cuando estas cosas comenzaren a hacerse -dijo,- mirad, y levantad vuestras cabezas, por que vuestra redención está cerca." Llamó la atención de sus discípulos a los árboles a punto de brotar en primavera, y dijo: "Cuando ya brotan, viéndolo, de vosotros mismos entendéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el reino de Dios." (San Lucas 21: 28, 30, 31.). EGW CS PHZ MHP

 

viernes, 4 de mayo de 2018

09. ¡EL MAYOR DE TODO LOS DONES!

 

El Espíritu Santo es el mayor de los dones que descendió como el tesoro más precioso que el hombre puede aceptar. 
Esta hoy con nosotros, esta con su pueblo; preparándolo cada día, para el encuentro con El Señor Jesucristo en su segunda venida, asi como en la primera venida.  

Cristo dijo a sus discípulos: "Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré" (Juan 16:7). Este era el mayor de los dones. El Espíritu Santo descendió como el tesoro más precioso que el hombre podía aceptar. El Espíritu Santo debía descender sobre los que amaban a Cristo en este mundo. EGW MHP

MENSAJES PARA LOS JÓVENES (ENLACES X SECCIONES) EGW/MHP

  https://elaguila3008.blogspot.com/2011/06/mensajes-para-los-jovenes-enlaces-egwmhp.html   PREFACIO. MENSAJES PARA LOS JÓVENES (EGW) pág....