miércoles, 7 de septiembre de 2022

06. ALTURAS QUE SE PUEDEN ALCANZAR. (I). EL PROPÓSITO DE DIOS PARA LA JUVENTUD

QUERIDOS JÓVENES, ¿Cuál Es La Meta Y El Propósito De Vuestra Vida? 

¿Ambicionáis Una Educación Para Tener Nombre Y Posición En El Mundo? 

¿Tenéis El Pensamiento Que No Os Atrevéis A Expresar, De Estar Algún Día En La Cima De La Grandeza Intelectual; De Sentaros En Asambleas Legislativas Y Deliberantes, Y Ayudar A Dictar Leyes Para La Nación?

No hay nada malo en estas aspiraciones. Cada uno de vosotros puede llegar a distinguirse. No deberíais contentaros con adquisiciones mezquinas. 

Escoged una norma elevada y no escatiméis esfuerzos para alcanzarla.

LA RELIGIÓN ES LA BASE DE LA VIDA. El temor del Señor es fundamento de toda verdadera grandeza. La integridad, la integridad inalterable, es el principio que necesitáis en todas las relaciones de la vida. Llevad con vosotros vuestra religión a la escuela, a la pensión donde vivís, a todas vuestras ocupaciones. 

La cuestión importante para vosotros ahora es, cómo escoger y perfeccionar vuestros estudios de modo que mantengáis la solidez y la pureza de un carácter cristiano sin mancha, poniendo todos los intereses y las exigencias temporales en sujeción a las demandas superiores del Evangelio de Cristo.

Debéis ahora edificar de acuerdo con lo que después podréis amueblar, relacionaros con la sociedad y la vida en una forma que responda al propósito que 34 tuvo Dios al crearos. Como discípulos de Cristo, no se os priva de emprender ocupaciones temporales, pero deberíais llevar vuestra religión con vosotros. Cualquiera sea la empresa para la cual os preparéis, no abriguéis la idea de que no tendréis éxito en ella sin sacrificar los principios. 

RESPONSABILIDADES ELEVADAS. Equilibrados por el principio religioso, podéis ascender a la altura que queráis. Nos alegraría veros elevar a la noble altura que Dios ha determinado que alcancéis. Jesús ama la preciosa juventud; y no le agrada verla crecer con talentos sin cultivar ni desarrollar. Pueden los jóvenes llegar a ser hombres fuertes de principios firmes, capacitados para que se les confíen elevadas responsabilidades, y pueden consagrar lícitamente a este fin todo su vigor.

Pero no cometáis jamás crimen tan grande como el de pervertir, para hacer mal y destruir a otros, las facultades que Dios os ha dado. 

Hay hombres de talento, que usan su habilidad para extender la corrupción y la ruina moral; pero todos ellos están sembrando una semilla que producirá una cosecha que no se enorgullecerán en recoger. 

Es cosa terrible usar para esparcir daño y desgracia en la sociedad, en vez de bendición, las capacidades que Dios ha concedido. Es también cosa terrible envolver en un pañuelo el talento que se nos confió y esconderlo en el mundo, pues esto es despreciar la corona de la vida. Dios demanda nuestro servicio. Hay responsabilidades para cada uno; y sólo podemos cumplir la gran misión de la vida cuando aceptamos plenamente estas responsabilidades y las desempeñamos fiel y concienzudamente. 35 

INFLUENCIA DE LA RELIGIÓN. Dice el sabio: "Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud".* Pero no supongáis, ni por un momento, que la religión os hará tristes y sombríos y cerrará el camino del éxito. La religión de Cristo no borra ni siquiera debilita una sola facultad. No incapacita al individuo para gozar de la verdadera felicidad; no ha sido designada para disminuir vuestro interés en la vida o para haceros indiferentes a las demandas de los amigos y la sociedad. No cubre la vida de cilicio; no se la expresa en profundos suspiros y gemidos. No, no; aquellos para quienes Dios es lo primero, lo último y lo mejor, son las personas más felices del mundo. No se borran de su rostro las sonrisas y la luminosidad. La religión no hace tosco, desprolijo y descortés al que la acepta; al contrario, lo eleva y ennoblece, refina sus gustos, santifica su criterio, y lo hace apto para estar en la sociedad de los ángeles celestiales y para el hogar que Jesús ha ido a preparar.

No perdamos nunca de vista el hecho de que Jesús es un manantial de gozo. No se deleita en la miseria de los seres humanos, sino en verlos felices. Los cristianos tienen a su disposición muchas fuentes de felicidad y pueden decir con exactitud infalible qué placeres son lícitos y buenos. Gozarán de las recreaciones que no disipen la mente ni rebajen el alma, que no desilusionen ni dejen tras sí una triste influencia que destruye el respeto propio u obstruye el camino de la utilidad. Si pueden llevar consigo a Jesús y mantener un espíritu de oración, están perfectamente seguros. . .

NUESTRA ADMINISTRACIÓN DE LOS TALENTOS. Jóvenes amigos, el temor del Señor se halla a la base misma de todo progreso; es el principio de la sabiduría. 36 Vuestro Padre celestial tiene derechos sobre vosotros, pues sin que se lo solicitéis y sin que haya mérito de vuestra parte, os da la plenitud de su providencia, y más aún, os ha dado todo el cielo en una dádiva: la de su amado Hijo. Como retribución por este don infinito, os pide obediencia voluntaria. Por cuanto sois comprados por precio, la misma preciosa sangre del Hijo de Dios, él requiere que hagáis el debido uso de los privilegios de que disfrutáis. Vuestras aptitudes intelectuales y morales son dones de Dios, talentos que se os han confiado para que los aprovechéis sabiamente, y no tenéis la libertad de dejarlos latentes por falta del debido cultivo o que sean mutilados o atrofiados por la inacción. A vosotros os toca decidir si habréis o no de hacer frente fielmente a las pesadas responsabilidades que descansan sobre vosotros, si vuestros esfuerzos serán o no bien dirigidos, y si serán o no los mejores de que sois capaces.

Vivimos en medio de los peligros de los últimos días. Todo el cielo se interesa en el carácter que estáis formando. Se ha hecho plena provisión para que participéis de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que está en el mundo a causa de la concupiscencia. El hombre no es dejado solo para vencer los poderes del maligno por sus propios y débiles esfuerzos. La ayuda está a mano y será dada a todo el que realmente la desee. Los ángeles de Dios que ascienden y descienden por la escalera que Jacob vio en visión, ayudarán a toda alma que quiera ascender hasta el más elevado cielo. Ellos están guardando al pueblo de Dios y observando cómo da cada paso. Los que ascienden por el camino iluminado serán recompensados; entrarán en el gozo de su Señor (Fundamentals of Christian Education, págs. 82-86). 37

UN ALTO IDEAL QUE ALCANZAR. El ideal que Dios tiene para sus hijos está por encima del alcance del más elevado pensamiento humano. 

El blanco a alcanzarse es la piedad, la semejanza a Dios. Ante el estudiante se abre un camino de progreso continuo. Tiene que alcanzar un objeto, lograr una norma que incluye todo lo bueno, puro y noble. Progresará tan rápidamente e irá tan lejos como fuere posible en todos los ramos del verdadero conocimiento. Pero sus esfuerzos se dirigirán a fines tanto más altos que el mero egoísmo y los intereses temporales, cuanto son más altos los cielos que la tierra (La educación, pág. 16). 

CONDUCTOS DE LA GRACIA DE DIOS. Es el privilegio de toda alma ser un canal vivo por medio del cual Dios pueda comunicar al mundo los tesoros de su gracia, las inescrutables riquezas de Cristo. No hay nada que Cristo desee tanto como agentes que representen al mundo su Espíritu y carácter. No hay nada que el mundo necesite tanto como la manifestación del amor del Salvador mediante la humanidad. Todo el cielo está esperando que haya canales por medio de los cuales pueda derramarse el aceite santo para que sea un gozo y una bendición para los corazones humanos (Palabras de vida del gran Maestro, pág. 397). 38 Mensajes Para Los Jóvenes (EGW).

05. NUESTRO DÍA DE OPORTUNIDAD. (I). EL PROPÓSITO DE DIOS PARA LA JUVENTUD

LA EXPERIENCIA de aquellos que trabajaron para Dios en generaciones pasadas, tiene lecciones que debemos aprender los que vivimos en este tiempo. Cuán poco conocemos los conflictos, las pruebas y las labores que soportaron estos hombres mientras se equipaban para hacer frente a los ejércitos de Satanás. Poniéndose toda la armadura de Dios, fueron capaces de hacer frente a las astucias de Satanás.

Estos hombres que en tiempo pasado se entregaron a Dios y al engrandecimiento de su causa eran tan firmes en los principios como el acero. Eran hombres que no decaían ni se desanimaban; hombres que, como Daniel, estaban llenos de reverencia y celo por Dios, llenos de propósitos y aspiraciones nobles. Eran tan débiles e impotentes como cualesquiera de los que hoy están ocupados en la obra, pero ponían toda su confianza en Dios. Tenían riqueza, pero consistía ésta en la cultura de la mente y  el alma. 

Y puede tenerla cualquiera que dé a Dios el primero, el último y el mejor lugar en  todas las cosas. Aunque estemos destituidos de sabiduría, conocimiento, virtud y poder, podemos recibir todo esto si queremos aprender de Cristo las lecciones que es nuestro privilegio aprender.

LA CLASE DE OBREROS QUE SE NECESITA. Tenemos en esta época oportunidades y ventajas que no era fácil obtener en generaciones pasadas. Tenemos más luz, y ésta la hemos recibido gracias a la obra de aquellos fieles centinelas que hicieron de Dios 31 su sostén, y recibieron de él poder para hacer brillar la luz con rayos claros en el mundo. En nuestra época tenemos mayor luz de la cual sacar provecho, así como en épocas pasadas los hombres y mujeres de noble valor aprovecharon la luz que Dios les diera. Largo tiempo trabajaron asiduamente para aprender las lecciones que les fueron dadas en la escuela de Cristo, y no trabajaron en vano. Sus esfuerzos perseverantes fueron recompensados. Se unieron con el mayor de todos los poderes ,y sin embargo, anhelaban siempre una comprensión más profunda, elevada y amplia de las realidades eternas, para poder presentar con éxito los tesoros de la verdad a un mundo necesitado.

Ahora se necesitan obreros de este carácter. Los que a la vista de Dios son hombres, y que así figuran en los libros del cielo, son aquellos que, como Daniel, cultivan todas sus aptitudes en la forma que les permita representar mejor el reino de Dios en un mundo que yace en la impiedad. El progreso en el conocimiento es esencial, pues empleado en la causa de Dios, el conocimiento es un poder para el bien. 

El mundo necesita hombres de pensamiento, hombres de principios, hombres que estén creciendo constantemente en comprensión y discernimiento.

La prensa necesita hombres que la usen aprovechando todas sus ventajas a fin de que la verdad reciba alas para ir velozmente a toda nación y lengua y pueblo.

NUESTRA FUENTE DE EFICIENCIA. Necesitamos hacer uso de los jóvenes que cultiven la laboriosidad honrada, que no teman poner a prueba sus facultades. Jóvenes tales encontrarán empleo en todas partes, porque no vacilan en el camino; llevan la semejanza divina en la mente y el alma. Sólo tienen una cosa en vista y avanzan y se elevan constantemente 32 gritando: ¡Victoria! Pero no hay llamamiento para el indolente, el temeroso y el incrédulo, que por su falta de fe y de disposición a negarse a sí mismo por la causa de Cristo, impide que la obra avance...

Dios llama a aquellos que quieren ser sus colaboradores. Relacionada con Cristo, la naturaleza humana llega a ser pura e íntegra. Cristo provee la eficiencia y el hombre se convierte en un poder para el bien. La veracidad y la integridad son atributos de Dios, y el que posee estos atributos posee un poder invencible (RH 10/03/1903).

JUSTICIA INTERIOR. La justicia exterior da testimonio de la justicia interior. El que es justo por dentro, no muestra corazón duro ni falta de simpatía, sino que día tras día crece a la imagen de Cristo y progresa de fuerza en fuerza. Aquel a quien la verdad santifica, tendrá dominio de sí mismo y seguirá en las pisadas de Cristo hasta que la gracia dé lugar a la gloria. 

La justicia por la cual somos justificados es imputada; la justicia por la cual somos santificados es impartida. La primera es nuestro derecho al cielo; la segunda, nuestra idoneidad para el cielo (Review and Herald, junio 4, 1895). 33

 Mensajes Para Los Jóvenes (EGW).



04. NORMAS PARA ALCANZAR EL ÉXITO. (I). EL PROPÓSITO DE DIOS PARA LA JUVENTUD.

"EL TEMOR de Jehová es el principio de la sabiduría"*. Muchos de nuestros jóvenes no sienten la necesidad de ejercitar vigorosamente hasta lo sumo sus facultades en todo momento y bajo todas las circunstancias. No tienen ante la vista el temor de Jehová, y sus pensamientos no son puros ni elevados.

El cielo entero conoce todo pensamiento, toda acción. Vuestras acciones podrán ser invisibles para vuestras relaciones, pero están abiertas a la inspección de los ángeles. Los ángeles tienen la comisión de servir a aquellos que se esfuerzan por vencer todo hábito malo y mantenerse libres de las artimañas de Satanás.

FIEL INTEGRIDAD. No se da la importancia que se debiera al poder que los pequeños actos malos, las pequeñas inconsecuencias, tienen en la formación del carácter.  

En la Palabra de Dios se nos revelan los principios más grandiosos y elevados. Nos son dados para fortalecer todo esfuerzo en favor del bien, para gobernar y equilibrar la mente, para inducirnos a aspirar al logro de una norma elevada.

En la historia de José, Daniel y sus compañeros, vemos cómo la áurea cadena de la verdad puede ligar a la juventud al trono de Dios. No podían ser tentados a apartarse de su integridad. Valoraron el favor de Dios por encima del favor y la alabanza de los príncipes, y Dios los amó y los cobijó bajo su escudo. 25

El Señor los honró señaladamente delante de los hombres por su fiel integridad, por su determinación a honrar a Dios por encima de todo poder humano. Fueron honrados por el Señor Jehová de los ejércitos, cuyo poder se extiende sobre todas las obras de sus manos, arriba en el cielo y abajo en la tierra. 

Estos jóvenes no se avergonzaban de desplegar su verdadero estandarte. Hasta en la corte del rey, en sus palabras, en sus hábitos, en sus prácticas, confesaron su fe en el Señor Dios del cielo. Rehusaron inclinarse ante cualquier mandato terrenal que detrajera el honor de Dios. 

Tenían fuerza del cielo para confesar su lealtad a Dios. Deberíais estar preparados para seguir el ejemplo de estos nobles jóvenes. No os avergoncéis jamás de vuestra bandera; tomadla y desplegadla a la mirada de los hombres y los ángeles. 

No os dejéis dominar por una falsa modestia, una falsa prudencia que os sugiera un curso de acción contrario a este consejo. Por la elección de vuestras palabras y una conducta consecuente, por vuestra corrección, vuestra ferviente piedad, haced una profesión eficaz de vuestra fe, decididos a que Cristo ocupe el trono en el templo del alma, y poned vuestros talentos sin reservas a sus pies, para que sean utilizados en su servicio.

COMPLETA CONSAGRACIÓN. Conviene a vuestro bienestar presente y eterno poneros enteramente de parte de lo recto, a fin de que el mando sepa cuál es vuestra posición. Muchos no se entregan completamente a la causa de Dios, y su posición vacilante es una fuente de debilidad en sí misma y una piedra de tropiezo para otros. Sin principios fijos, sin consagración, son apartados por las olas de la tentación de lo que saben que es recto, y no se esfuerzan santamente por vencer los errores y por perfeccionar 26 un carácter recto mediante la justicia imputada de Cristo.

El mundo tiene derecho a saber exactamente lo que se puede esperar de cada ser humano inteligente. Aquel que es una personificación viva de principios firmes, decididos y rectos, ejerce un poder viviente sobre sus compañeros, y con su cristianismo influirá sobre otros. Muchos no perciben ni aprecian cuán grande es la influencia de cada persona para el bien o para el mal. Todo estudiante debiera comprender que los principios que adopta llegan a ejercer una influencia viva y modeladora sobre el carácter. Aquel que acepta a Cristo como Salvador personal, amará a Jesús y a todos aquellos por quienes él murió; pues Cristo será en él un manantial de agua que brota para vida eterna. Se entregará sin reservas al dominio de Cristo.

AFIRMAD VUESTRA LIBERTAD. Estableced como ley de vuestra vida, de la cual no os harán apartar las tentaciones ni ningún interés ajeno a la vida cristiana, el honrar a Dios, porque "de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna".

Dios solicita de vosotros, como agentes morales libres, redimidos, rescatados mediante un precio infinito, que afirméis vuestra libertad y utilicéis las facultades que os ha otorgado el cielo, como súbditos libres del reino celestial. 

No continuéis en la servidumbre del pecado, sino mostrad vuestra lealtad a Dios como súbditos leales del Rey de reyes.

Mostrad mediante Jesucristo, que sois dignos del sagrado cometido con que el Señor os ha honrado al otorgaros vida y gracia. Debéis rehusaras a estar sujetos al poder del mal. Como soldados de Cristo, debemos aceptar, deliberada e inteligentemente, sus 27 condiciones de salvación en cualquier circunstancia, tener en alta estima los principios rectos y actuar de acuerdo con ellos. La sabiduría divina debe ser lámpara a vuestros pies. Sed leales a vosotros mismos y sed leales a vuestro Dios. Será sacudido todo lo que vacile, pero si estáis arraigados y cimentados en la verdad, permaneceréis firmes con aquellas cosas que no pueden ser sacudidas. 

La ley de Jehová es inmutable, inalterable, pues es expresión del carácter de Jehová. Resolved que ni con palabras ni influencias arrojaréis la menor deshonra sobre su autoridad.

ENTREGA COMPLETA. Tener la religión de Cristo significa que habéis entregado a Dios, de un modo absoluto, todo lo que sois y tenéis, y que habéis consentido en ser guiados por el Espíritu Santo. Mediante el don del Espíritu Santo se os dará poder moral, y no sólo tendréis los talentos que anteriormente se os habían confiado para el servicio de Dios, sino que la eficiencia de los mismos será grandemente multiplicada.

 La entrega de todas las facultades a Dios simplifica mucho el problema de la vida. Debilita y abrevia mil luchas con las pasiones del corazón natural.

La Religión es como un cordón de oro que liga a Cristo las almas tanto de los jóvenes como de los ancianos. Mediante ella, los voluntarias y obedientes son llevados en salvo a la ciudad de Dios, a través de senderos oscuros e intrincados.

Hay Jóvenes que sólo tienen aptitudes comunes, y sin embargo, mediante la educación y la disciplina, con maestros que actúen de acuerdo con principios puros y elevados, pueden salir del proceso de preparación aptos para ocupar algún puesto de confianza al cual Dios los ha llamado. 

Pero Hay Jóvenes que fracasarán porque no han resuelto vencer las inclinaciones naturales y no están dispuestos a prestar oídos a la voz de Dios 28 registrada en su Palabra. No han levantado alrededor de su alma barricadas contra las tentaciones ni han resuelto cumplir con su deber, a todo riesgo. Se asemejan a aquel que al emprender un viaje peligroso rehusa toda guía e instrucción por las cuales pudiera evitar accidentes y ruina, y avanza por un camino de destrucción segura.

LA ELECCIÓN DE VUESTRO DESTINO. ¡Ojalá comprenda cada uno que él es el árbitro de su propio destino!  En vosotros yace vuestra felicidad para esta vida y para la vida futura e inmortal. Si lo queréis, tendréis compañeros que, por su influencia, restarán valor a vuestros pensamientos, vuestras palabras y vuestras normas morales. Podéis dar rienda suelta a los apetitos y las pasiones, despreciar la autoridad, usar un lenguaje grosero, y degradaros hasta el más bajo nivel.

 Vuestra Influencia puede ser tal que contamine a otros y podéis ser la causa de la ruina de aquellos a quienes podríais haber traído a Cristo. Podéis hacer apartar a otros de Cristo, de lo recto, de la santidad y del cielo. 

En el juicio podrán los perdidos señalaros y decir: "Si no hubiera sido por su influencia, yo no habría tropezado ni me habría burlado de la religión. Él tenía la luz, conocía el camino al cielo. Yo era ignorante y fui con los ojos vendados por el camino de la destrucción". OH, ¿Qué respuesta podremos dar a tal acusación? 

Cuán Importante es que cada uno considere hacia dónde conduce a las almas. Estamos a la vista del mundo eterno, y cuán diligentemente debiéramos computar el costo de nuestra influencia. 

No Deberíamos excluir la eternidad de nuestra consideración, sino acostumbrarnos a preguntar continuamente: ¿Agradará esta conducta a Dios? ¿Cuál será la influencia de mi acción sobre la mente de aquellos que han tenido mucho menos luz y evidencia en cuanto a lo recto? 29

PREGUNTAS ESCUDRIÑADORAS. ¡Ojalá los jóvenes escudriñen las Escrituras y hagan como les parece que Cristo hubiese hecho en circunstancias semejantes! Nuestras oportunidades para obtener conocimiento de origen divino han colocado sobre nosotros grandes responsabilidades y con solicitud intensa debiéramos preguntar: ¿Estoy andando en la luz? ¿Estoy, de acuerdo con la gran luz que he recibido, guiando a otros por el buen camino, o estoy haciendo senderos tan torcidos que el cojo será desviado del camino?...

Deberíamos estar imbuidos de un sentimiento profundo y constante del valor, la santidad y la autoridad de la verdad. Los rayos brillantes de la luz celestial están alumbrando tu sendero, querido joven, y te ruego que saques el mayor provecho de tus oportunidades. Recibe y aprecia cada rayo enviado del cielo, y tu senda aumentará en brillo hasta el día perfecto. (Youth's Instructor, febrero 2, 1893). 30  

Mensajes Para Los Jóvenes (EGW).

03. TRATEMOS DE AGRADARLE. (I). EL PROPÓSITO DE DIOS PARA LA JUVENTUD.

EL SEÑOR tiene una obra especial que hacer por nosotros individualmente

Al ver la maldad del mundo puesta de manifiesto en los tribunales de justicia y publicada en los diarios, acerquémonos a Dios y, por medio de una fe viva, echemos mano de sus promesas, para que la gracia de Cristo se manifieste en nosotros. 

Podemos ejercer una influencia, una influencia poderosa en el mundo. Si nos acompaña el poder convincente de Dios, seremos capaces de conducir a las almas del pecado a la conversión.

Nuestra sencillez realizará buena parte de esta obra. No debemos tratar de ascender hasta ocupar elevados puestos, ni conquistar la alabanza de los hombres. 

No debiéramos tener por meta el ser superiores a los demás. Debemos tener por único blanco la gloria de Dios. Debemos trabajar con toda la inteligencia que Dios nos ha dado, colocándonos donde fluye la luz, para que la gracia de Dios pueda derramarse sobre nosotros para amoldarnos y confortarnos a la semejanza divina. 

El cielo está esperando otorgarles sus más ricas bendiciones a aquellos que quieran consagrarse para hacer la obra de Dios en estos últimos días de la historia del mundo. 

Seremos probados; tal vez debamos pasar noches en vela; pero pasemos esos momentos en oración ferviente a Dios, a fin de que él nos dé entendimiento, y avive nuestra mente para discernir los privilegios nuestros (Review and Herald 1/04/1909). 24 Mensajes Para Los Jóvenes (EGW).


MENSAJES PARA LOS JÓVENES (ENLACES X SECCIONES) EGW/MHP

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